Estamos leyendo Como una novela de Daniel Pennac, que próximamente comentaremos en nuestra tertulia literaria.
"El problema que plantea Como una novela
es casi cotidiano y cualquier progenitor o profe se le habrá planteado
alguna vez: a un adolescente le han mandado a leer en el instituto una
lectura del programa (para el caso, como el autor es francés, Madame Bovary),
pero el libro se le atraganta, ya queda poco para entregar el
comentario de texto y aún no ha terminado el libro (quizá no ha llegado
ni a la mitad). Aparecen, en la explicación del asunto, las manidas
justificaciones: le aburren las descripciones, que se le hacen largas
porque vivimos en la época de la imagen; la juventud está muy despistada
por culpa de la televisión (esto lo comentan los padres mientras ven la
tele); se han perdido los valores, etc.
Entonces uno se pregunta qué ha pasado,
porque cuando era niño (hasta más o menos los diez u once años), al
chico le gustaban las historias, esperaba con avidez que cada noche
llegara la hora del cuento.
Y ahí surge el planteamiento inicial de Cómo una novela, que comienza diciendo: “El verbo leer no soporta el modo imperativo”.
El problema, para Pennac, es que en torno
a la literatura se ha abierto un aparato de sacralización
bienintencionado pero que, en el fondo, orienta la lectura hacia la
utilidad, despojándola de su naturaleza esencial: el gozo, el disfrute
de las historias transmitidas a través de la palabra.
A partir de ahí, Pennac hace un
inteligente y bastante completo diagnóstico de los problemas a los que
se enfrenta la lectura, no ya en el ámbito educativo, sino en general,
haciéndonos reflexionar a los adultos sobre nuestra propia actividad
lectora" (https://alexisravelo.wordpress.com/)
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