El lunes, 16 de marzo, volvimos a disfrutar en nuestro club de otra visita de autor. En esta ocasión, nos acompañó Miguel
Murillo Gómez, uno de los autores más importantes del teatro extremeño
contemporáneo con más de cuarenta obras publicadas y algunos premios tan
importantes como el Torres Naharro, el Constitución o el Lope de Vega, siendo,también,
finalista del Nacional de Literatura Dramática. Sus obras han sido
representadas a lo largo y ancho de toda nuestra geografía, así como en los principales
festivales de teatro nacionales e internacionales. Desde 1995, dirige el Consorcio “López de Ayala- Badajoz” y el Festival
Internacional de Teatro y Danza Contemporáneos de esta ciudad.
En el año 2009 fue galardonado con la Medalla de Oro de Extremadura.
El encuentro- que discurrió en torno a su obra El ángel de la luz previamente leída por los asistentes- fue promovido por el Plan de Fomento de la
lectura en Extremadura y se prolongó a lo largo de casi dos horas.
En este tiempo, Miguel, a través de anécdotas y de recuerdos, nos fue acercando a los hechos que dieron lugar al origen de esta obra y, a través de sus experiencias personales, nos fuimos adentrando en el mundo del teatro y de la vida que nos llevaron a meditar y a argumentar sobre aspectos tan diversos como la supervivencia del teatro en medio de las guerras, la importancia del lenguaje del silencio en el teatro, el amor, la miseria, la
esperanza… También, profundizamos en algunos de los hechos históricos
que aparecen en esta obra, analizando personajes y situaciones y no faltó el tono reivindicativo a la hora de valorar la importancia de la cultura teatral en Extremadura o la necesidad de fomentar el
teatro desde la enseñanza y la historia de la literatura.
Miguel Murillo, con su verbo fluido y sincero, nos regaló unas horas de
esencia y pasión por el teatro y nos acercó al mundo de los “cómicos” desde la
amplia perspectiva, personal e histórica, que proporciona la visión de un
hombre de mundo que entiende el mundo como lugar de encuentro y lucha por
hacerlo un poco mejor.
Finalizó el encuentro con la firma de libros y un ratillo más de acercamiento y comentarios al calor de la barra de un bar.
Desde aquí, queremos agradecer a Miguel su generosidad y su cercanía.
Diego
Fernández González- “Piropo”-
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